En los tiempos que corremos, la educación en valores cobra una especial importancia.Queremos que nuestras/os niñas/os se vayan formando desde pequeños y adquieran esos valores que van a impregnar todo su ser a lo largo de su vida. Queremos educarlas/os en la tolerancia, el respeto, la solidaridad...
Ellos y ellas se asemejan a unas semillas que hemos plantado en primavera; para que crezcan plantas sanas, con flores hermosas y robustos tallos, tenemos que regarlas en su justa medida, darles la luz adecuada, proporcionarles abono en su momento, quitarles las malas ramas... Con este símil, cada niño/a es esa semilla que, con la educación adecuada llegará a convertirse en una gran persona ,con fuertes valores en el futuro.
Y es, en ese camino largo, y no menos costoso, donde familia y escuela trabajan juntas, de la mano, siguiendo unas pautas comunes, haciéndose cada institución responsable de una parte. Cada mañana, dejamos nuestros grandes tesoros en el colegio, y confíamos en todas las personas que allí cuidan y educan a nuestros hijos/as, pero cuando salen, los padres debemos seguir con ese gran objetivo, inculcar a nuestra/o hija/o esos valores que le le hagan crecer por dentro cada día.
Si os interesa leer un artículo sobre el tema, pincha aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario